Con cariño, para ti que estás despertando…
A todas nos llega el momento de decir BASTA.
Ese instante en que tienes que salir corriendo para ponerte a salvo —por ti y por los tuyos. Y si hay hijos de por medio, con más razón. No estás siendo egoísta, estás eligiéndote.Tomar decisiones puede doler, pero no decidir duele más.
Siempre dudamos si estamos tomando la decisión correcta, pero lo importante es dar el paso. En el camino, lo irás acomodando todo: pensamientos, emociones, vida.No puedes salvar a quien no quiere ser salvado.
Queremos ser salvadoras, pero cada persona decide hasta dónde quiere llegar. No cargues lo que no te toca.Deja de romantizar las reconciliaciones vacías.
Ese sexo que te conecta con el recuerdo puede parecer intenso, pero muchas veces solo trae más caos y confusión. Rompe el ciclo.Volver con tu pareja debe ser una decisión mutua, no una suposición.
No se puede regresar igual que como se fueron. Si hay una segunda oportunidad, debe ser bajo acuerdos claros, condiciones nuevas y, de ser posible, con apoyo terapéutico.Cambia por ti, no por recuperar a alguien.
Los cambios verdaderos y duraderos vienen desde el amor propio. No intentes demostrarle a nadie que "ya cambiaste" para que regrese. Hazlo por ti.Tus padres pudieron haberte fallado, pero hoy tú eres responsable de tu sanación.
Culparlos puede ser tentador, pero tú ya tienes el poder de cambiar tu historia. Libérate de repetir patrones. Sanar está en tus manos.La violencia no siempre deja moretones.
La indiferencia, los gritos, los insultos, el control económico, alejarte de tus seres queridos o limitarte en lo básico para vivir también son formas de violencia. Y sí, también duele.Todo cambio toma tiempo.
Nada ocurre de la noche a la mañana. Sé paciente contigo. Estás haciendo lo mejor que puedes, y eso ya es un gran paso.La única persona que estará contigo toda la vida… eres tú.
Rescátate, confía en ti, no esperes que otros lo hagan por ti. Ámate tal como eres, con todo lo que eres, y nunca más permitirás que alguien te trate mal.¡Sí se vale pedir ayuda!
Busca personas, espacios y recursos que te acompañen. También se vale reconocer cuando alguien ofrece ayuda desde un interés propio. Elige bien tu red de apoyo.A veces, la familia no puede ayudarte.
Y eso también está bien. Que no comprendan tu dolor no le quita validez. Tu experiencia es real. No la minimices por nadie.TODO ESTÁ BIEN.
Lo que sientes, lo que piensas, tu enojo, tu tristeza, tu cansancio… todo está bien. Lo importante es no quedarte en el fondo. Levántate. Puedes salir.Aún en tu peor momento, puedes ser luz para alguien más.
Amar no siempre es material. Puede ser un consejo, una palabra, un gesto. Aunque estés herida, aún puedes dar amor (pero sin dejarte al último).
Con tus miedos, heridas, dudas, cicatrices y vacíos.
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